Esta parte del derecho regula la relación entre el propietario de una vivienda y su inquilino.
En estos últimos años ha habido una gran reforma legal para facilitar que los propietarios pongan sus viviendas en alquiler, reduciendo el número de años del contrato, y para que así mismo los inquilinos tengan una mayor libertad para poder renunciar al contrato si sus circunstancias cambian. Así mismo se ha agilizado mucho el procedimiento de desahucio para que ante un solo incumplimiento del pago de la mensualidad se pueda iniciar un procedimiento judicial, el que se desarrolla con más rapidez.